viernes, 15 de mayo de 2009

vida marina













Los tesoros de la vida marina







Dependemos totalmente de la riqueza de los diversos ecosistemas del planeta para nuestros alimentos, nuestra energía y las imprescindibles materias primas. Comprender la importancia de la biodiversidad y los complejos mecanismos que garantizan el funcionamiento de los ecosistemas marinos son objetivos importantes de la investigación europea.


Conservar la biodiversidad - campo éste aún mal conocido por la ciencia- es una cuestión prioritaria. Nadie puede explicar, por ejemplo, porqué ciertos ambientes acogen una variedad de organismos vivos mucho mayor que otros. Para que los esfuerzos dedicados a este fin sean más efectivos es preciso estudiar las formas de vida que existen en los diferentes ecosistemas para comprender cómo la biodiversidad aparece, cómo se mantiene o desaparece. Los ecosistemas marinos - como los terrestres - son sumamente complejos y la mayoría de los estudios de la biodiversidad marina tienen que concentrarse en un solo organismo, que sirve como modelo para situaciones similares. Estas investigaciones permiten conocer mejor la biología de la especie objetivo, desarrollando al mismo tiempo técnicas y estrategias útiles para el estudio de otros organismos.
Un sutil equilibrio entre microorganismos
En todo ecosistema, los organismos vivos encuentran la energía que necesitan en la cadena trófica. En los primeros eslabones de esa cadena los microorganismos fabrican sus propios alimentos y luego son comidos por otros organismos, mayores, que a su vez serán comidos por otros. Si la población de microorganismos de un ecosistema se modifica bruscamente, como consecuencia de un cambio importante de la calidad del agua, puede desequilibrarse completamente todo el ecosistema.
Eso es exactamente lo que pasa en un ecosistema marino que experimenta eutrofización, es decir, con un exceso de elementos nutritivos como resultado de las actividades humanas. La agricultura intensiva es parcialmente responsable, pero la causa principal de la eutrofización de las aguas costeras se encuentra en las aguas residuales y en los desechos de los grandes centros urbanos.
El contenido de nutrientes no orgánicos, como el amoníaco, los nitratos y los fosfatos, determina el número de microorganismos que pueden desarrollarse en un ecosistema acuático. Las aguas eutróficas (ricas en elementos nutritivos) pueden acoger un número mucho mayor de microorganismos que las aguas oligotróficas (bajo contenido en nutrientes). Si de repente se enriquecen aguas antes oligotróficas, ciertos microorganismos - como las cianobacterias, las bacterias y las algas - pueden experimentar un crecimiento desmesurado. Las diferentes especies entran en competición y algunas consiguen ser dominantes, según sean las condiciones ambientales, que son muy variables. Cuando estas proliferaciones disminuyen, la descomposición de los organismos muertos que habían proliferado aumenta todavía más el contenido de nutrientes, y se agrava el problema.
El proyecto CHABADA, financiado por la Unión Europea, analiza la manera en que la eutrofización en aguas del Mediterráneo, normalmente pobres en nutrientes, actúa sobre las poblaciones bacterianas. Los investigadores de este proyecto recogieron muestras de bacterias presentes en el agua, antes y después de haber simulado los efectos de la contaminación por exceso de nutrientes. Hasta hoy, se han aislado unas 600 cepas bacterianas y casi el 60% de ellas han sido puestas en cultivo para estudios posteriores. Con técnicas moleculares, el equipo ha demostrado que hay dos grupos de bacterias dominantes en las aguas eutróficas, y ello independientemente de la causa de la eutrofización. Las fases ulteriores del proyecto permitirán conocer mejor esas bacterias.
Otro proyecto, NUTOX, estudia cómo el desequilibrio en elementos nutritivos en las regiones costeras del mar Báltico y del océano Atlántico hace que determinadas especies de fitoplancton sean dominantes y liberen toxinas que pueden ser nocivas para otras comunidades que están presentes normalmente en el ecosistema.
El proyecto BIOGAP estudia poblaciones de algas con técnicas que combinan la ecología y la genética para entender mejor su biología y su respuesta a la explotación.
La vida sexual de las algas
Las algas que se desarrollan en las plataformas continentales son productores primarios clave en los ecosistemas marinos. Se utilizan en la alimentación y también para productos como los abonos de jardín o el gel llamado agar. Este último sirve de aditivo alimentario y como aglutinante del gel utilizado para el cultivo de bacterias en los laboratorios y los hospitales.
El proyecto BIOGAP estudia tres poblaciones de algas con técnicas que combinan la ecología y la genética con el objetivo de conocer mejor su biología y evaluar su respuesta a la explotación. "Hemos elegido un tipo de alga que presenta comportamientos reproductivos diferentes para que nuestros estudios se puedan aplicar al máximo", explica Chris Gliddon, coordinador de BIOGAP. Puede reproducirse como organismos unicelulares, como las plantas más desarrolladas, y de otra manera, que es una combinación de las dos anteriores - se parece a un alga durante una parte de su ciclo vital, pero en un momento dado produce pequeños organismos semejantes al plancton que flotan a la deriva colonizando otras áreas de la costa.
Los bígaros, que viven en diferentes niveles de zonas intermareales rocosas, han sido elegidos por los investigadores del proyecto AMBIOS para mostrar cómo se desarrolla la biodiversidad en un medio tan dinámico.








El reino del bígaro


El bígaro - que no se suele clasificar entre los organismos marinos más atractivos - fue elegido por los investigadores del proyecto AMBIOS porque es ideal para un estudio sobre biodiversidad. El hábitat rocoso intermareal en que vive presenta características muy distintas. Los niveles inferiores suelen estar sumergidos completamente, incluso en marea baja, mientras que los superiores están siempre por encima del agua; las condiciones en los niveles intermedios varían según la marea suba o baje. Se trata pues de un ecosistema con unas condiciones físicas que cambian continuamente.
Los individuos de una misma especie presentan numerosas variaciones en características como la forma o el color de la concha, e incluso la forma del pene. Además aparecen constantemente nuevas formas, algunas de las cuales pueden evolucionar diferenciándose como una nueva especie.
Los investigadores de AMBIOS utilizan diferentes metodologías para estudiar la diversidad del bígaro y ver cómo la biodiversidad se desarrolla en un ambiente tan dinámico. Los resultados son alentadores. Ya se ha terminado gran parte de los muestreos y progresa el análisis genético de las diferentes especies y variedades. Una de las especies podría servir de "centinela" para detectar los efectos de la contaminación por metales pesados en los ecosistemas costeros.







Europa azul



Desde 1983 tenemos una política europea para la pesca y la acuicultura. La gestión de esta "Europa azul", de vital importancia para las regiones costeras, se enfrenta a múltiples desafíos.
Para preservar los recursos pesqueros es preciso considerar simultáneamente la amenaza - real - de sobreexplotación, y atenuar los efectos de la pesca en los ecosistemas marinos. Desde hace diez años, se está realizando un intenso esfuerzo de investigación con el apoyo de la Unión Europea para optimizar la gestión de los recursos pesqueros y determinar la interdependencia entre éstos y los ecosistemas de que forman parte.
Se han realizado también considerables esfuerzos en investigación para promover la acuicultura, que tiene un fuerte potencial de desarrollo en varios países de la Unión Europea. Plantea sin embargo problemas sanitarios y medio-ambientales, así como las limitaciones derivadas de las condiciones climáticas, que exigen un rápido incremento en conocimientos científicos.
Asimismo numerosos proyectos europeos contribuyen al desarrollo de tecnologías para aumentar la calidad, la eficiencia y, con ello, la rentabilidad de las industrias de transformación de productos del mar. La investigación en el terreno biológico y técnico se completa con el estudio de los aspectos socioeconómicos de las industrias pesqueras capaces de revitalizar este sector.